Después de unos años, llegó una familia a la casa de los duendes, pero nadie dijo lo que había sucedido en la casa, la familia no tuvo problemas al principio, pero al tiempo después empezó a tener problemas, le bajaban el volumen de la música y le apagaban el televisor, la familia decidió vender la casa, sin decir lo que sucedió en su interior. A la familia que le vendieron la casa le paso lo mismo y así sucesivamente, hasta que llegó la familia Hidalgo Quintana.
La diferencia de esta familia con las otras, es que no hace caso a lo que sucede en la casa, y que un integrante de la familia vio una vez un duende, aunque no muy claramente, porque lo vio de reojo cuando el duende pasaba por al lado de la ventana; cuando los duendes bajan o suben el volumen o apagan el televisor no pasa nada solo suben o bajan el volumen o prenden la televisión y siguen sin ningún problema y en paz con los fantasmas de los duendes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario